Nuestra opinión sobre el problema ocurrido en una clase de inglés
¿Por qué recurrir a los golpes por un caso tan absurdo? Podría, simplemente, haberle pedido la tarea a un compañero o que la profesora le diera un minuto más para copiar.
Nos parece desagradecido decirle una grosería a una señorita que se levanta temprano todas las mañanas para venir, con todas las pilas, a enseñarnos su materia, sólo por borrar un pizarrón con una tarea que ya tendría que estar realizada. Aún peor pegarle, ya que la señorita sólo le había pedido el cuaderno. A nadie se le debe pegar, pero menos a un maestro, porque pegarle a un maestro es pegarle a la educación.
La causa del uso de la violencia del niño creemos que sería consecuencia de la violencia que le aplicaría su familia, mal acostumbrándolo para toda la vida.
Hay que respetar a los mayores, que al ser adultos saben conducir una situación por la experiencia de su vida más extensa que la de un niño. Pero muy por sobre todas las cosas, (esto no hay que olvidarlo jamás) y que quede claro: ¡A un maestro no se le pega!
Nadie debe ni puede pegar o agredir de cualquier manera a cualquier persona. Se trata de respeto, educación y agradecimiento por el trabajo realizado y la atención recibida.
Hay que pensar antes de actuar. Hay que aprender a respetar a una y a todas las personas.
Si queremos que se respeten los derechos que nos fueron dados, debemos respetar los derechos de los demás.
La agresión lleva por mal camino a la gente, la convierte en mala persona y se está dando un mal ejemplo a los demás. Así no se va a poder lograr la buena sociedad de la que se habla todos los días. Si se quiere ser buena persona debemos dar el primer paso, debemos demostrar que si nos esforzamos podemos lograr algo mejor.
En el colegio transcurrimos gran parte de nuestras vidas. Es como nuestra segunda casa. Allí donde demostramos nuestra verdadera forma de ser, lo que aprendimos en tanto tiempo y donde nos damos cuenta de lo que todavía nos falta por aprender y el largo camino que nos queda por recorrer.
Si nosotros fuéramos la profesora nos sentiríamos decepcionados porque lo que un maestro trata de hacer es brindarles, a todos sus alumnos educación. Y en ese momento, en ese alumno, no se vio reflejado.
Tal vez el alumno acumuló un gran odio contra la madre por el mal trato que le da, y ese odio lo descargó contra la docente.
Tenemos que aprender desde niños porque a medida que se crece cuesta más cambiar.
Aprovechemos lo que tenemos y esforcémonos por ganar más. Si somos buenas personas este mundo puede ser mejor.
La violencia es mala, así que ahora los invitamos a todos a levantar la voz, escuchar bien y decir desde muy adentro: ¡Fuera la agresión! ¡Aprendamos a respetar! Y.. ¡A un maestro no se pega!
No podríamos perdonarnos el pegarle a un maestro porque son docentes y seres humanos. Tampoco podríamos insultarlos porque nos enseñan, educan corrigen y, sobre todo, nos cuidan. Nos enseñan para que en el futuro podamos conseguir un buen trabajo. Nos educan para formar parte de la comunidad.
Colaboremos para una mejor convivencia, aquí, en el colegio y en todos lados.
¿Qué habrá sentido el chico en ese momento?
Los alumnos de séptimo grado A y B
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1 comentario:
Chicos de 7º y M. Angélica:
El blog, el medio que utilizaron para expresarse, me parece ideal para trascender los límites del aula y dar a conocer su opinión al mundo. Excelente trabajo!
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